Hardy O. Chávez V.
Junio del 2019
El Artículo 31 de la Ley de Sociedades Anónimas establece que la administración de la sociedad anónima la ejerce un directorio elegido por la junta de accionistas. Desde un punto de vista de gestión, dicha administración, por parte del Directorio, implica agregar valor sostenible a la empresa por medio de su prestigio y capacidad de apoyar, guiar y motivar al gerente general, quien es la bisagra por la cual el directorio ejerce su influencia al interior de la organización.
En la práctica, podemos señalar, como funciones que contribuyen a agregar valor sostenible en la empresa, las siguientes:
1.- Conocer o establecer los Objetivos de la Empresa.
2.- Aprobar y controlar la estrategia.
3.- Dirigir al Gerente General, lo que implica nombrarlo, dirigirlo, evaluarlo, removerlo y reemplazarlo según corresponda.
4.- Revisar y aprobar políticas.
5.- Velar por la integridad de los sistemas de contabilidad y estados financieros de la sociedad.
6.- Aprobar y controlar el presupuesto.
7.- Monitorear auditorías internas y externas.
8.- Asesorar al gerente general con su visión y conocimiento de otras industrias y empresas.
9.- Aportar la perspectiva de largo plazo y asegurar que las decisiones de corto plazo no comprometan la generación de valor en el futuro.
10.- Identificar y gestionar los riesgos estratégicos de la empresa.
11.- Supervisar inversiones, fusiones, adquisiciones y ventas de filiales.
12.- Prever, auditar y resolver los posibles conflictos de intereses.
13.- Proteger activos esenciales como valores, procesos específicos, rutinas, relaciones, marca y reputación corporativa.
14.- Conocer las posiciones y expectativas de otros grupos de interés (Trabajadores, clientes, proveedores, reguladores, comunidad, prensa, mundo político, etc.)
15.- Velar por las buenas prácticas de gobierno corporativo.
16.- Velar por los intereses de todos los accionistas o dueños.